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  • Fascioliasis
    Foto: GoGreen. El berro puede transmitir Fasciolasis.

Fascioliasis

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La fascioliasis es una enfermedad parasitaria animal (principalmente de rumiantes, pero también de cerdos, burros, llamas y alpacas) que puede ser transmitida a los seres humanos. Es una trematodiasis de transmisión alimentaria causadas por gusanos trematodos (también conocidos como "duelas"). La infección se adquiere cuando se ingieren, cruda o mal cocidas, plantas acuáticas o semi-acuáticas (particularmente berros, alfalfa, lechuga, y espinaca) que tienen adheridas las larvas del parásito apegados al tallo o a las hojas. Una vez en el cuerpo humano, el gusano se alberga en los principales conductos biliares y es responsable de la morbilidad severa. Las áreas endémicas se distribuyen en todo el mundo, pero algunas de las comunidades más afectadas se encuentran en la zona andina de América del Sur. Esta parasitosis causa enfermedades hepáticas y pulmonares graves. El triclabendazol es el único medicamento recomendado para su prevención y tratamiento, los países endémicos tienen la posibilidad de adquirirlo por donación, a través de la OMS.

Datos clave
  • En el continente americano, la única especie transmitida es F. hepática. Sin embargo, es escasa la información sobre la carga de fascioliasis en seres humanos y su distribución geográfica.
  • el 50% de los 2,39 millones de personas infectadas a escala mundial viven en Bolivia, Ecuador y Perú.Los altiplanos andinos representan las principales zonas endémicas del mundo, con altos niveles de prevalencia de la infección entre las comunidades autóctonas.
  • El triclabendazol es la única medicina recomendada por la OMS para el tratamiento de la fascioliasis humana.
  • Bolivia cuenta con el programa más grande del mundo de distribución del antiparasitario triclabendazol y está marcando las pautas para que otras zonas afectadas pongan en práctica las lecciones aprendidas de su experiencia en los últimos años.
  • Además, la fascioliasis tiene un importante impacto económico, que está vinculado a las pérdidas en las industrias ganaderas, debido a la disminución de la productividad de los animales, así como a las restricciones a las exportaciones y la reducción de la demanda del consumidor.
  • Cada año se pierden en el mundo 2 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD) debido a las trematodiasis de transmisión alimentaria.
Hoja informativa
Respuesta de la OPS
  • Desde 2007, la OPS/OMS inició la distribución del medicamento triclabenzadol para el control de la fascioliasis humana en los altiplanos de Bolivia y Perú, donde comunidades enteras reciben gratuitamente el tratamiento a intervalos regulares.
  • La Resolución CD55.R9 de la OPS (2016) Plan de acción para la eliminación de las enfermedades infecciosas desatendidas y las medidas posteriores a la eliminación 2016-2022, establece prevenir, controlar y reducir la carga de morbilidad por esta enfermedad.
  • La OPS/OMS también apoya a los países de la Región en el fortalecimiento del diagnóstico, tratamiento, y educación a las comunidades de zonas endémicas para evitar la enfermedad.

Destacados


Información detallada


La fascioliasis es una infección parasitaria zoonótica causada por dos especies de trematodos: Fasciola hepática y F. gigantica. Ambas tienen forma de hoja y son suficientemente grandes como para ser visibles a simple vista. Según su nombre indica, F. gigantica tiene un tamaño algo mayor y puede alcanzar los cinco centímetros de longitud.

 

En el continente americano, la única especie transmitida es F. hepática. Sin embargo, es escasa la información sobre la carga de fascioliasis en seres humanos y su distribución geográfica. En 1995, la OMS calculó que aproximadamente la mitad de los 2,39 millones de personas infectadas a escala mundial vivían en tres países latinoamericanos (Bolivia, Ecuador y Perú) [1]. Los altiplanos andinos representan las principales zonas endémicas del mundo, con altos niveles de prevalencia de la infección entre las comunidades autóctonas [2,3].


Referencias

  1. World Health Organization. Control of foodborne trematode infections. Report of a WHO Study Group. WHO Technical report Series 849. Geneva: WHO, 1995
  2. Mas-Coma S, Anglés R, Esteban JG, Bargues MD, Buchon P, Franken M, Strauss W (1999). The Northern Bolivian Altiplano: a region highly endemic for human fascioliasis. Tropical Medicine and International Health 4(6):454-467
  3. Mas-Coma S (2005). Epidemiology of fascioliasis in human endemic areas. Journal of Helminthology 79(3):207-216

El gusano adulto vive en las vías biliares de los seres humanos o los animales infectados (generalmente ganado bovino u ovino, pero también burros y cerdos, llamas y alpacas) y pone huevos que son eliminados en las heces.

 

Si las heces alcanzan los cursos de agua dulce, los huevos del gusano se convierten en larvas (llamadas miracidios). Los miracidios penetran en un tipo particular de caracoles limneidos de agua dulce que actúan como hospedadores intermedios. En el caracol, los miracidios se reproducen y generan otro tipo de larvas, llamadas cercarias, que se liberan en el agua. Las cercarias se desplazan hasta las plantas acuáticas o semiacuáticas vecinas y se adhieren a sus tallos y hojas formando pequeños quistes llamados metacercarias.

 

La transmisión a otros animales y a los seres humanos se produce cuando estos ingieren las plantas con quistes adheridos, que actúan como portadoras de la infección. Después de su ingestión, las metacercarias se desenquistan en el duodeno dando lugar a gusanos jóvenes que migran a través de la pared intestinal, la cavidad peritoneal y el tejido hepático hacia los conductos biliares, donde en pocos meses se convierten en adultos y empiezan a poner huevos, cerrando así el ciclo [1].


Referencias

  1. World Health Organization. Report of the WHO Informal Meeting on use of triclabendazole in fascioliasis control. WHO headquarters, Geneva, Switzerland, 17-18 October 2006. Geneva: WHO, 2007

El cuadro clínico de la fascioliasis humana puede dividirse en dos fases: aguda y crónica [1].

 

La fase aguda es consecuencia de la migración de los gusanos jóvenes a través del tejido hepático. Puede durar desde semanas a meses después de la ingestión de las metacercarias y se caracteriza por fiebre, náuseas, hepatomegalia (hígado aumentado de tamaño), dolor abdominal, urticaria y eosinofilia. Es frecuente la aparición de hemorragia interna.

 

La fase crónica se inicia cuando los gusanos alcanzan las vías biliares. Con frecuencia aparecen dolor cólico e ictericia, como consecuencia de la obstrucción intermitente de las vías biliares por el gusano adulto. La infección crónica de las paredes del conducto y el tejido hepático circundante se acompaña de fibrosis. La pancreatitis, los cálculos biliares y las sobreinfecciones bacterianas son también frecuentes. La anemia está invariablemente presente.
La fase crónica puede durar varios años y prolongarse durante toda la vida de los gusanos adultos en el organismo humano. Los niños suelen presentar un cuadro clínico más grave, como consecuencia del tamaño más pequeño de sus órganos y el consiguiente mayor tamaño relativo de los gusanos.


Referencias

  1. World Health Organization. Report of the WHO Informal Meeting on use of triclabendazole in fascioliasis control. WHO headquarters, Geneva, Switzerland, 17-18 October 2006. Geneva: WHO, 2007

Un cuadro clínico sugestivo y los antecedentes de consumo de hortalizas crudas pueden orientar al diagnóstico. El berro es una de las plantas portadoras más frecuentes, pero, de hecho, muchas otras plantas pueden actuar como tales.

 

La detección microscópica de huevos en las muestras de heces sigue siendo la técnica de diagnóstico más utilizada, aunque puede proporcionar resultados falsos negativos en la fase aguda (donde aún no se eliminan los huevos en las heces). Se dispone de pruebas basadas en la detección de anticuerpos o antígenos circulantes en el suero y en las muestras de heces, que resultan útiles, especialmente en la fase aguda, aunque a menudo están mal estandarizadas. Las técnicas de imagen, tales como la ecografía, constituyen herramientas complementarias eficaces [1].


Referencias

  1. World Health Organization. Report of the WHO Informal Meeting on use of triclabendazole in fascioliasis control. WHO headquarters, Geneva, Switzerland, 17-18 October 2006. Geneva: WHO, 2007

El triclabendazol (TCZ) es la única medicina recomendada por la OMS para el tratamiento de la fascioliasis humana. La dosis recomendada es de 10 mg/kg, en dosis única. En casos de fracaso terapéutico, se puede administrar una dosis doble (20 mg/kg) [1,2,3].

 

En las zonas en que parece haber un agrupamiento de casos de fascioliasis humana, se debe considerar la posibilidad de administrar TCZ como quimioterapia preventiva, en intervenciones basadas en la población. En este caso, tanto el tratamiento de los niños en edad escolar (de 5 a 14 años) como el tratamiento universal de toda la población residente en esas zonas son opciones apropiadas.

 

El objetivo de las intervenciones de quimioterapia preventiva con TCZ es controlar la morbilidad asociada con la fascioliasis mediante la reducción de la carga de helmintos en las personas infectadas. Sin embargo, con objeto de influir en la transmisión, es preciso llevar también a cabo actividades de educación sanitaria e implantar medidas de salud pública veterinaria [3].

 

La empresa farmacéutica suiza Novartis Pharma AG, por medio de la OMS, proporciona gratuitamente el TCZ a los países con endemicidad [4]. Diversos países de todo el mundo ya han aprovechado la donación. En la Región de las Américas, el control de la fascioliasis humana mediante el tratamiento con TCZ se lleva a cabo en los altiplanos de Bolivia y Perú, donde comunidades enteras reciben el tratamiento a intervalos regulares [1,4].


Referencias

  1. World Health Organization. Report of the WHO Informal Meeting on use of triclabendazole in fascioliasis control. WHO headquarters, Geneva, Switzerland, 17-18 October 2006. Geneva: WHO, 2007
  2. Stuart MC, Kouimtzi M, Hill SR (editors). WHO Model Formulary 2008. Geneva: WHO, 2008
  3. World Health Organization. Report of the WHO Expert Consultation on Foodborne Trematode Infections and Taeniasis/Cysticercosis. Vientiane, Lao People's Democratic Republic, 12-16 October 2009. Geneva: WHO, 2011
  4. Action Against Worms. The "neglected" neglected worms. Issue 7. Geneva: WHO, December 2007

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